Arábigo vs. Robusta: especies de café

Probablemente te sorprenda, pero en el mundo existen más de 100 especies de cafeto (la planta que da el grano de café) según World Coffee Research; cada una tiene determinados requerimientos para dar su fruto, el café, que a su vez se transmite en características únicas en taza.

Si hablamos de las especies más comerciales de café, tanto a nivel mundial, como en México, encontramos dos: la Robusta y el Arábigo. De estas, se desprenden otras “sub-especies” de cafetos a los que se llaman variedades, y de las que luego platicaremos. Hoy queremos comparar las dos principales especies, desde las diferencias en el cultivo hasta el sabor en la taza, para que así conozcas mejor el café que estás degustando.

 

CAFÉ ROBUSTA

Primero, empecemos con la especie Robusta, la cual ocupa cerca del 30% del mercado del café a nivel mundial. La producción de este cafeto es menos complejo si se compara con la Arábiga: requiere poca altitud, es muy resistente a plagas y a temperaturas cálidas, generalmente se cultiva cerca del ecuador, específicamente en zonas tropicales y subtropicales como países de África Central y Occidental, algunas partes del sudeste asiático como Indonesia, India y Vietnam, inclusive aquí en México también se puede encontrar. Para completar el ciclo de maduración del fruto, tarda entre 10 y 11 meses, lo cual es más tiempo que el Arábigo, sin embargo cada que lo hace, otorga mayor kilogramos de café.


Si hablamos de la taza de café, el robusta tiene un sabor más intenso, contiene más cafeína y aunque es menos aromático, tiene mejor cuerpo si lo comparamos con la variedad arábiga, por lo que preparar un café espresso puede ser buena idea.


Desgraciadamente, la facilidad para su producción ha resultado ser un atractivo para las grandes empresas multinacionales que bajo prácticas que solo buscan reducir los costos, ofrecen un café accesible pero de muy baja calidad, tomando así la fama de ser café a evitar.


 

CAFÉ ARÁBIGO


La especie arábiga, la más popular de todas, ocupa entre el 60% y 70% del mercado de café a nivel mundial. Para la producción de esta especie, se requiere mucho mayor esfuerzo: altitudes desde los 700, hasta los 2,000 msnm, suelos ricos en nutrientes, un clima húmedo entre los 15 y 25 °C y por si fuera poco, es menos tolerante a plagas e insectos. Su origen es de Etiopía sin embargo el mayor productor es Brasil y la especie ya se puede encontrar en prácticamente todo el mundo, incluido México. Los ciclos para cosechar el café Arábigo son más cortos que el robusta, entre 7 y 8 meses, pero la gran desventaja es que cada temporada otorga muchos menos frutos, aproximadamente la mitad.

En taza, es un café con menor concentración de cafeína, y aunque no tiene tanto cuerpo, tiene mayor aroma, es más dulce (contiene el doble de azúcares que el robusta) y delicado.

Por estas razones, comercialmente el café Arábigo es mucho más costoso que el Robusta y esto lo ha hecho un café más exclusivo comercialmente, sin embargo el que cueste más no siempre significa que tendrá mayor calidad.

 

¿CUÁL ES MEJOR? 

Como ya hemos platicado anteriormente, la calidad y complejidad de una taza de café son influenciados por un gran número de factores, no solo la especie del café. La atención al detalle en cada uno de los procesos, desde el cultivo hasta la extracción en taza, es lo que hace a un café excepcional. Si bien, el café robusta ha agarrado una fama de ser un café de mala calidad, no siempre será así, ni tampoco por consumir café arábigo significa ser un café de mayor calidad.

Nuestro café es de la especie Arábigo, lo crecemos entre los 900 y 1,700 m.s.n.m. bajo sombra en la región de Los Altos, Chiapas en un clima ideal y sin embargo no destaca por su especie, sino por los estándares de cada uno de los procesos que buscan preservar y aumentar la calidad del café y a la vez minimizar el impacto ambiental obteniendo un producto orgánico. 


Con amor, para México...

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